"Las mejores cosas son las que no se planean, Los mejores amigos son muchas veces los que viven en la distancia, Las mejores experiencias son las que están frente a nuestros ojos, Los mejores momentos no son los que más duran, sino los que más disfrutamos"
La naturaleza, los animales, los amigos... ese es un resumen del maravilloso fin de semana que he vivido en Castellar de la frontera (Cádiz, a 30 minutos de Tarifa) El sábado me monté en el coche de mi amiga de toda la vida dispuesta a pasar una jornada divertida, pero no tenía muy claro hacia donde íbamos, qué íbamos a hacer, sólo sabía que iba a poder desconectar en plena naturaleza, tanto es así que cuando me toca pasar un día no planeado por mí me cuesta conciliar el sueño de noche, así que con 3 horas de sueño, llegamos a un pequeño pueblo de la sierra gaditana, Castellar de la frontera, mi madre me había hablado muy bien de él, del castillo que lo preside (lleno de tiendecitas artesanales), y del enorme Parque Natural de Alcornocales al que pertenece, pero todo lo que me contó se quedó corto tras vivir en él unas horas...
Tras viajar durante poco más de una hora en coche llegamos a una venta donde nos esperaba el guía de esta aventura, Christian, disfrutamos con él de un super desayuno de pueblo, de esos que se disfrutan más rodeados de campo, de aire libre y en cuanto terminamos nos montamos en su Jeep y llegamos a los establos del Latifundio de la Almoraima, donde la aventura estaba a punto de comenzar. Íbamos a pasar la mañana haciendo una espectacular ruta por el parque natural en caballo, yo estaba emocionada, siempre he querido hacer algo así y jamás pensé que podría disfrutar tanto de estos animales estando tan cerca de casa. Y por la tarde haríamos una visita al hermoso castillo que aguarda Castellar (Pero eso os lo enseño en otro post)
Tras poner el pie en el parque, mi amiga Ana me mostró como allí a los animales se les cuida con un mimo absoluto, fue impactante llegar y ver a los caballos en su habitat natural,en libertad en esa inmensa finca, pero eso no es todo, hacía una semana, recogieron a un cervatillo herido, jamás tuve uno tan cerca, pude darle de beber, de comer y ver como le hacían sus curas y poco a poco iba cogiendo fuerzas, es increíble como un animal salvaje puede parecer tan vulnerable entre nuestras manos, pero lo mejor, es como las personas que trabajan allí, ayudan a esos animales, y los mantienen allí aunque no puedan trabajar con ellos, es digno de admiración, como el caso de "Viejito", un caballo de más de 25 años, que, aunque no lo monten como a los más jóvenes, está allí gozando de su vejez en libertad y con los mejores cuidados. Pero la experiencia sólo acababa de comenzar...
Tras ver los establos, conocer al cervatillo y a "Viejito" fui a conocer a nuestros compañeros en esta maravillosa aventura, Jimena (Mi yegua), Renata, Lucera y Claudia nos aguardaban preparadas para comenzar la ruta, yo iba muy dispuesta pero ver a estos animales tan cerca impresiona más de lo que me podía imaginar, por eso, y porque jamás había montado, Christian me estuvo explicando toda la mecánica a seguir con ellos y todo lo que íbamos a hacer, pude cepillar a Jimena y me enseñó como se la preparaba para poder ser montada, es todo un mundo. Y la experiencia sólo acababa de comenzar...
El siguiente paso era conocer a Jimena, montarla, Christian me ayudó en todo momento y me dio un primer paseo para que me hiciera a ella y ella se hiciera a mí. No sabría deciros cuál fue mi primera sensación, pero era una mezcla de libertad, expectación, ilusión pero sobre todo de seguridad. Desde el primer momento, tanto Christian, nuestro guía de CastellarGP (un fenómeno y mejor persona) y el dueño de toda esta maravilla, David, me hicieron sentir que bajo su supervisión no me iba a pasar nada malo, me sentí en casa, y a Jimena como si hubiéramos montado más veces juntas. Y la experiencia sólo acababa de comenzar...
Gracias a los consejos de Christian ya íbamos solas, ella y yo... Aprendiendo... él me
miraba desde la distancia, me guiaba, yo seguía aprendiendo...
Antes de marchar, todas nuestras Yeguas fueron a beber agua, el camino iba a ser largo... Y la experiencia sólo acababa de comenzar...
Y de repente allí estábamos, en el corazón de la Almoraima, habíamos llegado... Y la experiencia sólo acababa de comenzar...
Enormes alcornocales atravesados por ríos, colmenas, y el único sonido de la naturaleza, de los caballos al paso... Yo, observando el paisaje... y de pronto un ciervo se cruza por nuestro camino, a un paso, saltando... Un juego de luces y sombras... Era como estar en una postal... Y la experiencia no había hecho más que comenzar...
El paraíso bajo nuestros pies, y Jimena y yo ya nos entendíamos, hasta llegué a trotarla...
Paseamos, trotamos, charlamos, por primera vez en mucho tiempo no noté la falta del iphone en mis manos, no necesitaba más, allí teníamos más que en pleno corazón de una gran ciudad... Una experiencia para repetir... hasta tonteamos un poco...
Y ellos son los culpables de un día para no olvidar, de una de las mejores y más gratificantes experiencias de mi vida... La aventura llegaba a su fin...
Ana, la responsable de que todo esto ocurriera, gracias amiga por haberme hecho pasar un día perfecto...
Christian, nuestro guía de CastellarGP (Gestión de Patrimonio), gran apasionado de su trabajo, gracias por hacerme sentir en casa desde que me saludaste en aquella venta... Y Elisa, fue un placer conocerte y compartir esta experiencia, te aseguro que no será la última...
Ya sólo me queda deciros a todos los que paséis por Cádiz y en especial a los que estéis veraneando por Tarifa, en la época que sea, que os invito a disfrutar de una experiencia única, no sólo a caballo, allí podréis encontrar miles de actividades que hacer, desde rutas en Jeep, senderismo, rutas en bici, jornadas micológicas (cursos de identificación y recolección de setas), escucha y observación de la "berrea del ciervo" (a la cual ya hemos reservado plaza!), excursiones para ver el descorche de los alcornocales, comidas camperas...todo en pleno contacto con la naturaleza en la Finca la Almoraima, uno de los latifundios mas grandes de Europa con una fauna muy abundante.
Yo volveré pronto...
Pero antes de irme, quiero dar las gracias a todos los que hicisteis posible esta jornada, especialmente a Ana por hacerme este regalo y a David y Christian de CastellarGP.es por hacernos disfrutar como enanos de la experiencia más grande, por vuestra humanidad, generosidad, amor a la naturaleza y gentileza, estuve como en casa... Y a mi chico por este reportaje que me transportará a la Finca la Almoraima cada vez que la eche de menos. Aunque volveremos el mes que viene para observar y escuchar "La Berrea del Ciervo" parece ser es todo un espectáculo ver esos machos peleando por las hembras. Ya hemos hecho reserva en el hotelito rural que hay junto a las caballerizas jijiji, ¡deseándolo estoy oigan!.
Gracias a CastellarGP por acercarnos la naturaleza en su estado mas salvaje y demostrar cada día el mimo y el cuidado a la naturaleza con lo que lo hacéis..."siempre por y para ella". Os recomiendo que le echéis un vistazo a su web, bichearla un poco, seguro que se os ponen los dientes largos como a mi! ...o como los de mi querida Jimena...
Mucho amor (Como muchas pensáis que a las bloggeras nos pagan por hacer publicidad, este no es el caso, quiero dejar claro que no he recibido ni un solo céntimo por hacer este post, que lo hago por la pasión que le tengo a la naturaleza y al trabajo bien hecho, y por compartir con todos vosotros algo diferente a lo que suelo enseñaros por aquí, en esta aventura no he sido más que una niña grande disfrutando de algo diferente. Gracias por estar siempre ahí, toda la información que os he dado es para aquellas que como yo quieran disfrutar de este precioso parque natural)
Y SO RECUERDO QUE ESTARÉ EN LA BERREÁ, POR SI ALGUIEN SE APUNTAAAA!!! :D